CÓMO MEJORAR EN AJEDREZ II
“Conozco la Siciliana Pelican que juega Carlsen. Me sé todos sus movimientos hasta la jugada 25. Pero, por más que estudio, no mejoro o no subo de Elo”. Como ya dijimos en el artículo anterior, el ajedrez no es una ciencia exacta y no existe una receta definitiva para alcanzar el éxito. Aunque, sí que pueden servirnos como guía algunas recomendaciones generales. Especialmente, adaptar nuestro plan de entrenamiento a nuestro nivel.
JUGADORES PRINCIPIANTES
Si acabas de aprender a jugar o nunca lo has hecho a nivel competitivo, seguro te serán de utilidad todos los consejos anteriores. Pero, sin duda, debes acudir a un club de ajedrez para mejorar y disfrutar de este deporte. En clubes como Peón Negro encontrarás siempre a alguien con quien jugar y aprender. En los clubes, suele haber socios de todos los niveles. Mídete a otros principiantes y aprovecha especialmente las habituales derrotas frente a los rivales más fuertes. Si aprendes de ellas y de las enseñanzas de estos jugadores, cada vez te será más fácil plantarles cara.
Estudia a los clásicos. Por el momento, no te pierdas en complicados análisis de las partidas del último torneo de Magnus Carlsen. Te será más gratificante y efectivo aprender los fundamentos del juego y cómo han ido evolucionando, desde la prehistoria de la teoría de aperturas hasta las victorias de los primeros campeones del mundo. Aquí tienes una selección de libros que te servirán en esta primera fase de tu entrenamiento.
En cuanto a aperturas, medio juego y finales: empieza por lo básico. Entiende por qué esos jugadores clásicos eligen una u otra apertura, aunque no dediques demasiados esfuerzos a memorizar órdenes de jugadas. Aprende más bien a desarrollar tus piezas de una forma armónica y rápida y a encontrar planes de ataque o defensa. Y memoriza a fuego los finales de mate con dama contra rey y torre contra rey.
SIN FEDERAR Y HASTA 1500
Si ya juegas habitualmente en un club, probablemente te hayas planteado acudir a tu primer torneo oficial. Disfruta de esa experiencia inolvidable y, seguro, repetirás. Participa habitualmente en torneos y analiza siempre tus partidas. Utiliza bases de datos como Chessbase (herramienta disponible de forma gratuita para los socios de Peón Negro) para archivar tus partidas analizadas.
Trabaja la táctica. A partir de ahora (alrededor de los 1500 puntos de Elo), te darás cuenta de que cada vez ganas o pierdes más partidas por detalles tácticos. Dedica, por tanto, una buena parte de tu sesión de trabajo a reforzar esta faceta del juego. Para ello, tienes a tu disposición un sinfín de aplicaciones para móvil y ordenador, pero también una amplia variedad de libros que te permitirán entrenar la táctica con tu propio tablero.
Comienza a armar tu repertorio de aperturas en función de tu estilo. Conoce las celadas típicas que se pueden producir en las posiciones resultantes y los planes que se repiten con ese tipo de estructuras. Familiarízate con los principales conceptos estratégicos gracias a libros cuyas enseñanzas te acompañarán toda la vida. Y domina finales algo más complejos: coronación de peón contra rey, mate con dos alfiles, mate de alfil y caballo…
1500-1700
Llegados a este punto, ya contarás con cierta experiencia en torneos. Sigue jugándolos. Aprovecha los de ritmo lento para prepararte tus próximas partidas. Encontrar información del rival e incluso partidas es hoy en día relativamente fácil gracias a las bases de datos. Algunas, como chessdb son de dominio público y suponen una ayuda vital a la hora de afrontar la preparación de una partida. Descubre en qué ha fallado tu rival, qué aperturas juega o intuye cómo puede responder contra esa línea sorpresa que vas a plantearle. Esta preparación no sólo te permitirá ganar puntos a corto plazo, sino que el trabajo realizado para conocer una apertura determinada, por ejemplo, te servirá en el futuro y enriquecerá desde ahora tu repertorio.
Continúa entrenando táctica. Siempre podrás encontrar material adaptado a tu nivel, tanto impreso como digital. Este apartado del juego, cada vez más, complementará al resto. Ya habrás descubierto que un buen plan no sirve de nada si la táctica no permite ejecutarlo… ¡Pero no olvides que, para que la táctica aparezca, normalmente habrás tenido que trazar antes un plan! Y, por supuesto, aumenta tu conocimiento de finales. Aunque todavía haya algunos que te parezcan demasiado complejos, te recomendamos ‘Los 100 finales que hay que saber’ como libro de cabecera. Una obra que te orientará durante años. Empieza por finales más asequibles y deja para más adelante otros que quizá hoy se te antojen inabordables.
1700-1900
Profundiza en el análisis de tus propias partidas. Trata de jugar siempre contra jugadores de más nivel. Analiza y trata de comparar tu juego con el de ellos. Intenta asimilar los conocimientos que te transmitan o que se desprendan de tus análisis e incorpora todo eso a tu ajedrez.
De nuevo, ayúdate de los libros. Elige jugadores de referencia. Déjate guiar por grandes maestros con cuyo estilo te sientas más identificado. Entiende por qué juegan una apertura de una determinada manera o por qué eligen un plan y no otro en alguna posición concreta. Existen multitud de libros con partidas de jugadores de élite comentadas por ellos mismos o por otros excelentes analistas. Trata de relacionar toda esta información con tu propio juego. Utiliza tus partidas de entrenamiento para plasmarlo. Y, después, como siempre: analízalas y trata de compararlas con las de tu referente.
¡Machácate a táctica! Ya sabes. Es el gimnasio del ajedrez. No pain, no gain.
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